martes, 14 de septiembre de 2010

¿que somos cuando no nos sentimos?


Por qué se necesita demostrar para convencerte a ti mismo de lo grande que puedes llegar a ser?

Queremos contar historias tan fantásticas, que se nos escapa lo mejor.


Yo, cuando me siento vacía, es cuando más ganas de llenar mi vida tengo, y cuando voy llenándola, entre el miedo y la espera, desaparece mi agonía.

Tengo alas y no vuelo, soy capaz de odiar, y odiando me muero. Trepo por tu espalda, cuando menos lo espero, me sorprendo de lo mínimo, cuando lo máximo ni lo siento.

Como el quinto elemento, me fundo, exploto, desaparezco, y vuelvo como un aliento.


Es bonito regalar sonrisas, a quien más se lo merece.

Es increíble regalarlas, a quien no se las espera,

es fantástico regalarle la sonrisa más sincera, a quien no quiere ni verla.


Porque ya nada puede cambiarme, porque me encanta saber que no voy a cambiar,

y me aman como a nada, y quiero como a nadie, a mi ángel, a mis alas....

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