miércoles, 13 de octubre de 2010

Brisas

Como la fruta a punto de madurar,
tentación temprana, a punto de brotar.
Me recorres la piel, oscurezco de tu sed,
rozo mis labios sobre tu pecho
y los dos estremecemos.
Incandescente como una brasa ardiente,
de tus labios en mi cuello.
Adoro tu locura, odio mi conciencia,
pero la deslumbras, la apartas para otro momento,
la enloqueces por mi espalda,
entre tu pecho y mi alma, y la abrazas.
Me siento adicta de tu piel,
adicta de tus palabras hacia mi ser, me aturdes,
me sonrojas, me enamoras cada mes.
Haces que seas mi rey, mientras consumes el cigarro
del alféizar imaginado,
haces sentirme tu princesa prometida, cada día
Y comprometida estoy, con nuestro mundo
que lo haces paraíso, entre mis subsotanos,
sobre mis alcantarillas.
Mas lento que el viento,
se consume la sonrisa,
mas rápido que la brisa
mas fugaz que el trueno,
silencioso como la energía
armonioso como tu cuerpo,
permanente, nuestra tinta,
abalone, para siempre,
te confío mi vida.

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